Duele el rostro al verlo caer casi sin vida. Latidos y adrenalina contenida Angustia por no ver sentidos encendidos Derrame de pasados, presentes y algún mañana Conmocionada por presenciar tu derrumbe Pequeñas palabras enloquecidas Correr para pedir ayuda. Mi dulce y sonriente hermana Tu paso se detuvo sin aliento Cuando el colapso se adueñó de la obscuridad y las pérdidas . Me he quedado sin llanto Se agitaron todos mis sentidos Contengo miedos buscando fuerza En la amistad que me acompaña Mi hermana amanece animada Y yo sujeto su alma. L.F. Del Signore
Escribir puede transformar los preciosos instantes en historias, donde los sueños cobran vida y le dan forma a un tejido de ideas, circunstancias y motivaciones. Animarse a soltar aquello que hemos guardado o imaginado nos vuelve seres infinitos.