Eras oro en las mañanas, Mujer llena de artimañas. justo cuando el sol más ilumina. Tu inquieta actitud siempre te acompaña. Ni dejaste pasar aquel amor turbulento, ese que te quito la luz, dejándonos en las penumbras. Plegarias y consejos se volvieron violentos. Misterios y sombras te clavaron en la cruz. Inviernos que no alumbran. Tus ropas jirones son. El vacío del corazón solo se llena con amor. Endereza la ilusión. Vístete con esperanza. Tienes la templanza, de quien quiso de verdad. Olvida la necesidad. Genera tu seguridad Verás pasar , mi niña, la barca que te llevará. L.F.Del Signore Todos los derechos reservados
Escribir puede transformar los preciosos instantes en historias, donde los sueños cobran vida y le dan forma a un tejido de ideas, circunstancias y motivaciones. Animarse a soltar aquello que hemos guardado o imaginado nos vuelve seres infinitos.