Cuántas batallas libradas. Cuánta inocencia perdida. Crecimos creyéndonos niños cuando hoy supimos que no lo fuimos. Un pasado oscuro acecha. Rosas blancas en el jardín entre otras muchas rojas. Aquel secreto entre ambos murió bajo las flores del alba. Nadie pudo separarnos siendo hermanos del alma.
El mayor que nos cuidaba atesoraba inocencias. Fueron años de silencios, de maltrato y hostigamiento. La justicia no hizo preguntas cuando nos encontraron con las ropas ajadas y un cuchillo bajo las rosas de mi madre. Ella jamás regresó para intentar rescatarnos. El hombre tampoco volvió de su fría estancia indomable, pero es sabido que en el pueblo se murmuró largo tiempo nuestra historia. Nadie quiso hacerse cargo de los gemelos del bosque.
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L.F.Del Signore
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