Qué difícil se me hace, sospecharte en otra fase.
Cuando solo irradias luz entre los haces.
Qué tormento me resulta, añorante cual amante,
si tan solo imaginarte, tu presencia es arte.
Yo te veo en mis paseos, en mis noches y en mi alma.
Y no logro distinguir un pasado sin tu calma.
Vuela la ilusión siguiendo los destellos y las palabras.
Caigo sumisa de mi propia prisión.
Revelándose ante mí, la huella que tú labras.
Hazme un lugar y cántame una canción.
Juro que me perdonaré la osadía por amarte.
L.F.Del Signore
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