He vivido en pecado y tú lo sabes. Noble mujer que te amó como yo, jamás podrás encontrar! .De tu adiós, beberé hasta la última gota cual veneno, sin pensar siquiera en tus promesas. Hoy porfío en soñar como una diosa aunque deba vestirme con harapos y miserias. La oscuridad del mundo, lo sabes, no osará...jamás, a apagar la llama.
Cuando mi vida se extinga y el amor se expanda, me convertiré en bandera para alentar leonas. Seré justiciera y ladrona de corazones. Tendré todo el poder y las emociones. Pero tú,!! reencarnarás siendo mi lacayo.
L.F. Del Signore
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