Fallece el padre Reyes en descomunal accidente
El pueblo de Sinsabores está de luto desde la madrugada del diecisiete de Agosto, luego de los festejos por el 170 aniversario del fallecimiento del General José de San Martin, donde el cura de la parroquia Santa Teresa, dio unas breves palabras y bendijo las ofrendas al padre de la patria.
Al terminar el homenaje, el párroco subió a su automóvil y comenzó el retorno. Al tomar la rotonda de la ruta 42, fue embestido por una columna de camiones. El conductor del primer camión era sobrepasado por el segundo cuando el vehículo conducido por el padre Reyes asomó en la rotonda. Un coleo del acoplado obligó al primer conductor al volantear e irse sobre el auto en su derrape de más de 100 metros. El resto de la columna si bien desaceleró su trayecto no pudo impedir la inercia e impactar sobre los primeros dos.
Al final la imagen de hierros retorcidos sobre el pequeño móvil formaron casi una gruta sagrada. El primer conductor salió ileso de la masa desarticulada de piezas, al igual que los otros conductores. Sin embargo nada pudo hacer el padre que terminó aplastado por el segundo contenedor transportado por una de las unidades.
La circunstancia del mal día con intensas neblinas pudo haber sido la causa del accidente, manifestó el jefe policial de la ciudad a los medios. El padre Jacinto Reyes era un verdadero abanderado. Un hombre de suma entereza y responsabilidad social, caracterizándose por la infinidad de ayudas, colaboraciones y eventos en los cuales participaba.
El vecino Cristhian Martinez fue el primero en acercarse al auto y llamar a los bomberos. Entre lágrimas relató la escena dantesca de la cual fue espectador involuntario. Cristhian recorre ese mismo camino y a la misma hora cada día en su bicicleta. La hermana Graciela integrante de la comunidad eclesiástica donde el padre Reyes oficiaba de referente superior, sufrió una crisis y debió ser hospitalizada. Al salir del nosocomio explicó que las extensas tareas del padre pudieron resultarle en este caso en contra dado que el estrés y cansancio le restaron para prevenir el accidente.
La comunidad no sale de su asombro y perplejidad. Todos han dejado ofrendas desde el día desgraciado, realizando cadenas de oración por su alma. La tristeza y la consternación será una prueba de la gran estima que los lugareños sentían por él. El señor intendente, se ha puesto sobre sus espaldas muchas labores donde el padre se desempeñaba. Amigo personal como era, no dejó pasar un segundo desde su lamentable deceso para resolver asuntos vitales para buena parte de las personas con necesidades. Quien no lo haya conocido o tratado no podrá mirar para el costado. Es que su inmensa labor llena de ramificaciones y beneficiarios es imposible no ser destacada. Su actitud proactiva como su capacidad organizativa, serán difíciles de emular ahora que no se encuentra entre nosotros, Quiera el cielo recibirlo con los máximos honores cuando en la tierra se ha llevado todos los títulos y agradecimientos terminó diciendo el Obispo en su entierro. La familia del padre Reyes ha donado todas las ofrendas recibidas en dinero alentando a continuar su obra. Todos en alguna medida lo extrañaran y será largo el proceso para recuperar las energías que él ya no podrá regalarle a sus feligreses como al resto de la comunidad.
L.F. Del Signore
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