Ir al contenido principal

SER O NO SER

 


A veces me cuestiono cual es el sentido de compartir experiencias. Ayer en particular en el campamento de refugiados me ha tocado trabajar con una familia desahuciada.  La mujer y madre de tres criaturas intentando recuperarse por su reciente pérdida del bebé. Su rostro acusaba horas de lágrimas reprimidas. Sus manos endurecidas delataban el duro trabajo  a las que eran sometidas bajo condiciones de escasos recursos.  El hombre impotente ante tamaña situación se ocupaba de los niños. Ellos a decir verdad, eran el fiel reflejo del infortunio de la estupidez de la guerra. Aunque estoy segura que en sus cortas vidas deberían haber tenido que superar muchas miserias. 


Sin embargo entre la amargura del momento,  sonreían. Fue entonces que acunados por  el  canto  que el  padre tareaba por lo bajo, ellos pateaban una improvisada pelota.  Uno a uno otros infantes se fueron acercando y terminaron de conformar los dos cuadros.  No observé agresiones ni disputas a lo largo de todo el juego. Algo que me llamó mucho la atención. Estuvieron ocupados  corriendo largo rato  y las risas se fueron incrementando. Ningún adulto se ocupó de su desarrollo. Fueron ángeles   tras aquella pelota inventada.

Me pregunté por sus vidas pasadas y por el desafío de las nuevas luego de que sus países resolvieran terminar de infringirse daño.  Consideré a los niños que parecían felices y volví a cuestionarme  porqué fingir, no era necesario tener que tirarse a la pileta  si eso no les agradara, tampoco tendrían  que ocuparse de hacer reír a los otros , cuando en realidad no tenían que hacer nada. Lo único que sería importante para ellos  si estuvieran angustiados  sería mostrar algún síntoma como arrastrar los pies o mostrarse desganados. Cuáles  sería las verdaderas víctimas  entre aquellas almas sonrientes. Cuáles no soportarían el peso del dolor  Si lo pudieran exorcizar le serviría para sanarse o bien para pedir ayuda. Detrás de sus fachadas,  algunos de ellos estarían sufriendo y eso a la postre me tocaba descubrir a mi.
Pero cómo?? Me  torturaba  una y otra vez, sabiendo que  necesitaba descubrir sus síntomas para poder ayudarlos.
Mi tarea era justamente acercarme a ellos y en ese camino estaba meditando y elaborando cada detalle observado, sabiendo cuán difícil era llegar a ellos a tiempo y evitar se suicidaran. 

L.F. Del Signore
Todos los derechos reservados 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

COCÓ Y SUS AMIGOS Infantil

Cocó y sus amigos         H abía una vez  un bosque encantado, donde vivía un pequeño conejito llamado Cocó.  Él era  muy curioso y siempre estaba buscando aventuras emocionantes.  Cocó, el conejito. Ilustración Belén Santillan. Diseño gráfico  Magalí Córdoba.     Un día, mientras exploraba cerca de un arroyo, encontró un objeto llamativo entre las rocas, lo tomó entre sus patitas delanteras y lo observó con atención.  ¡Era una llave dorada! Brillante y hermosa por lo cual la guardó. Cocó no sabía cuál puerta abriría esa llave, pero decidió descubrirlo.      Siguió andando por la orilla  del  arroyo y luego de un rato llegó a un misterioso árbol con una cerradura.  Con emoción, Cocó insertó la llave y con un giro, la puerta se abrió. Árbol con puerta secreta para abrir con la llave mágica.   Autor Felipe   3 años. App Draw Magic  Dentro del árbol, el conejito encontró un mundo mágico lleno de criaturas

EL PEZ AZUL Y LA LOMBRIZ Infantil

Había una vez un pez azul llamado Pedro que vivía en el mar. Inquieto y audaz, Pedro no se cansaba de jugar carreras con los otros peces. Un día, mientras nadaba, vio a una lombriz de  tierra llamada Lola, ella había sido arrastrada  al mar por una fuerte lluvia. La pobre Lola   estaba muy asustada y no sabía cómo  regresar a tierra firme. Pedro, con su colorido y llamativo tono azul, se acercó amigablemente a Lola y le ofreció ayuda. Le explicó que no podía vivir en el agua, pero que él la ayudaría a encontrar el camino de regreso a casa. Así comenzó una hermosa amistad. Pedro nadaba junto a Lola, mostrándole las diferentes corrientes del mar y cuáles eran las rutas para acercarse a la costa. Mientras lo hacían, compartían historias sobre sus respectivos mundos. Pedro le hablaba de los tesoros ocultos en el mar, y Lola le contaba sobre la tierra, los jardines y las lluvias refrescantes. Finalmente, después de un corto viaje, Pedro y Lola encontraron una playa tranquila. Lola se desliz

LAZOS DE SANGRE

       Duele el rostro al verlo caer casi sin vida.  Latidos y adrenalina contenida Angustia por no ver sentidos encendidos Derrame de pasados, presentes y algún mañana Conmocionada por presenciar  tu derrumbe  Pequeñas palabras enloquecidas Correr para pedir ayuda. Mi dulce y sonriente  hermana  Tu paso se detuvo sin aliento Cuando  el colapso se adueñó de  la obscuridad y  las  pérdidas .  Me he quedado sin llanto Se agitaron todos  mis sentidos Contengo  miedos  buscando fuerza En la amistad que me acompaña Mi hermana amanece  animada Y yo sujeto  su alma. L.F. Del Signore