Ir al contenido principal

MADRE

 

Poema para el III Mundial de Escritura 

Madre

Si quisiera regalarte un mimo.
Elegiría el mejor momento. 
No me es fácil, pero me animo 
Vestirías de hada y me darías aliento

No fueron rosas los tiempos vividos

Algunos tal vez resultaron espuma

Con el rostro lívido 

Te perdiste entre la bruma

                                                                                                                                                                                                                        Facebook App Imagen viral

Será que estás cansada

Te dije aquella última tarde

Me costó mi error y lo pagué amusgada

O tal vez, no lo sé, fui muy cobarde


Lo cierto es que aún hoy te siento

Como el mejillón se agarra de la roca

Etérea y solemne como el viento

Susurro inaudible en tu boca

En tus brazos vivo y te presiento.


                            L.F. Del Signore

                                        Todos los derechos reservados

Comentarios

Entradas más populares de este blog

EL REINO DE CRISTAL - Cuento Infantil

 

LOCURA,POLÍTICA Y UN TORINO EN UN CAJÓN

Capítulo XIII Entre calles rotas y promesas de papel El sol pegaba fuerte cuando Arcadio y Leandro bajaron en el barrio “Los Cipreses”. Un laberinto de calles sin pavimento, veredas quebradas, y casas que parecían resistir con uñas y esperanza. Leandro llevaba su libreta, un bolígrafo nuevo, y una mirada que oscilaba entre la curiosidad académica y el desconcierto ante la realidad. Arcadio caminaba lento, saludando a cada vecino como si fuera el dueño del barrio y el pueblo entero al mismo tiempo. —Acá no importa cuántos títulos tengas, sino cuántos te conocen —le dijo, mientras señalaba una pileta rota que nadie reparaba desde hacía años. Se acercaron a doña Marta, que vendía frutas en un puesto improvisado. Leandro quiso sacar una foto, pero Arcadio lo frenó: —No es para turismo, pibe. Esto es un pedazo de ciudad que nos pide que escuchemos sin sacar el celular. Doña Marta les habló del agua que faltaba en verano, de los niños que jugaban en la calle sin luz, y de la plaza qu...

I- LOCURA, POLÍTICA Y UN TORINO EN UN CAJÓN

  CAPÍTULO I "La mañana que Arcadio Ramírez se auto proclamó emperador del cordón cuneta, el pueblo entero supo que el delirio había ganado las elecciones por mayoría absoluta." Apenas despuntaba el sol sobre las persianas despintadas del bar “Lo de Tito”, y ya Arcadio, enfundado en un traje que había sido blanco en la década del 80, recorría la avenida principal señalando baches como si fueran territorios por conquistar. En su mano derecha, un cetro improvisado con una rama de duraznero; en la izquierda, una carpeta con los planos del municipio (robados o rescatados, según quién cuente la historia).  Arcadio no tenía un peso partido al medio, pero hablaba de presupuestos con una soltura ministerial. Su discurso era un cóctel de promesas imposibles, recuerdos de una juventud militante y citas apócrifas de Perón, Confucio y Sandro. Lo escuchaban los jubilados de siempre, los que ya no diferenciaban entre la radio AM y la realidad. —“Vamos a pavimentar hasta el alma del pueblo”...