Cuántas obras ya has escrito. Con cuántas de ellas consideras que has logrado mostrarte. Acaso te tiembla el pulso pensando en quien vaya a leerte? Temes contar las hilachas del tiempo que te ha dejado. Quién pudiera recoger las hojas doradas y ocres? Besar cada recuerdo. Beber los sorbos de a ratos.
Si hoy volvieras a empezar, ¿borrarías algún paso?Me miro en el espejo y descubro en él mi camino. Pequeñas marcas aladas, colores que nacen y mueren. Sonidos que bailan alegres convierten mis labios en risas.
Pasaron niños, hoy hombres. Mis senos donaron su vida. Alegres y tristes partidas que volverán contando sus vidas.
L.F. Del Signore
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