Nada es eterno en la inmensidad recorrida
Silencio y susurros despiertan los muros
Febo impiadoso calcina tu esencia
Te vistes, te armas de tan puros
Será que la gloria se lleva el destino?
Podrás aferrarte al cielo infinito?
Mientras tú sientas hervirte la sangre
Mi ciudad indemne te aguarda y se abre.
Piedra sobre piedra construyeron los hombres
Una historia larga nos ata a estas arenas sin
nombres
Unir silicatos, crearnos con ellos y ver lo que ceden.
Los míos no quieren, los tuyos no pueden.
Quién no quisiera vernos como yo nos veo
Apura la marcha, con tu espada al aire,
El corazón latiendo y tú mente en alto.
Aliento y esfuerzo, suplica el revire.
Bondad y coraje te sobran amado.
Pasión y destreza buscando el camino
Te sabes valiente aunque temas dormirte
Tu abrazo del alma me hace sentirte
L.F. Del Signore
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