Imágen Dreamtime
En la tarde de mis días, se han perdido el calor y la ternura. Ya no llevo erguida aquel orgullo que supiera ser mi amigo y me embriagaba. No he sido quien debiera, yo lo entiendo. No me lo digas! Me he sumido en el más puro de los silencios. Tal vez me asemeje a un alma perdida aunque sigo aquí, escondida en este cuerpo bajo llaves. No hay misterios cuando uno se conecta con su ser.
Fui sometida en confianza. Castigada por la culpa y vejada por mi propia renuencia. Tú sabías que aquel fondo lo había ahorrado durante largos años para un destino. Fui cálida y solidaria hasta que vencieras mis dominios y te apropiaras de mis sueños. Hoy comprendo que la ira no tenía cabida. Que tu risa despreciándome no debió ni siquiera dolerme, pero ya no puedo devolverte la cordura. Me hago cargo y por eso me he callado. Yo sola me he doblegado para pagar un instante que no debió existir.
Aquí vivo entre rutinas. Ando cual sonámbula dormida. Paso por perdida o tal vez me tilden de loca asesina. Y sí, es verdad que te hice vomitar cada una de tus afrentas, ya ves que todo termina. Soy libre de una manera que jamás hubiera imaginado. Pagaré por tu vida con mis tiempos perdidos pero quién me quita la esperanza de mis sueños, esos que pretendías quedarte y han regresado conmigo.
L.F. Del Signore
Todos los derechos reservados

Comentarios
Publicar un comentario