Ir al contenido principal

MUÑECO



 Nadie supo bien la razón. Ninguno se tomó el trabajo de averiguarlo. Ese día escuchamos el canto de las aves bien temprano. Nos sentamos a desayunar. Tú leías el diario mientras te preparaba el café. El golpe a la puerta nos dejó tiesos de intriga. A esa hora quién sería.  Fuiste con apuro a descubrirlo. Un gran paquete ocupaba todo el marco de la puerta. Apenas si pudiste firmar el recibo al que lo traía. Con trabajo lograste ingresar aquel envío dentro de la casa.  Me miraste y adiviné tu pregunta. — Claro, ábrelo!— Un muñeco inmenso fue apareciendo. Sin ninguna nota que identificara a la persona que lo enviara, caímos desplomados de risa por tamaña ocurrencia.  Con la novena década encima nos resultaba asombroso ese presente. Todo el día dándole vueltas al asunto y nada terminamos logrando. ¿Pero de quién sería ? En fin lo ubicamos a un lado de la mesa cual si fuera un invitado. El tiempo se fue volando, el sol se apuró para esconderse y el silencio se quedó mudo y sin palabras cuando el muñeco comenzó a mover sus manos y el rostro se mostró humano. Los familiares y amigos nos despidieron un día más tarde en el cementerio. 

L.F.Del Signore
Todos los derechos reservados 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

LOCURA,POLÍTICA Y UN TORINO EN UN CAJÓN

Capítulo XIII Entre calles rotas y promesas de papel El sol pegaba fuerte cuando Arcadio y Leandro bajaron en el barrio “Los Cipreses”. Un laberinto de calles sin pavimento, veredas quebradas, y casas que parecían resistir con uñas y esperanza. Leandro llevaba su libreta, un bolígrafo nuevo, y una mirada que oscilaba entre la curiosidad académica y el desconcierto ante la realidad. Arcadio caminaba lento, saludando a cada vecino como si fuera el dueño del barrio y el pueblo entero al mismo tiempo. —Acá no importa cuántos títulos tengas, sino cuántos te conocen —le dijo, mientras señalaba una pileta rota que nadie reparaba desde hacía años. Se acercaron a doña Marta, que vendía frutas en un puesto improvisado. Leandro quiso sacar una foto, pero Arcadio lo frenó: —No es para turismo, pibe. Esto es un pedazo de ciudad que nos pide que escuchemos sin sacar el celular. Doña Marta les habló del agua que faltaba en verano, de los niños que jugaban en la calle sin luz, y de la plaza qu...

SI TUS SUEÑOS FUERAN MÍOS

  SI TUS SUEÑOS FUERAN MÍOS  EDITORIAL DUNKEN NOVELA PUBLICADA (2019) 400 páginas  Ayacucho 357, C1025AAG Cdad. Autónoma de Buenos Aires

ARCADIO DICE, ARCADIO ESCUCHA