LATIDOS

Mis manos enloquecen al modelar la arcilla,

de este sueño tan extraño y raro.

Trabajar la madera, sin una astilla.

Ver a mi musa de pie, como un faro.

Es tan claro el perderme en su mirada.

Que la luna nos desnuda y se intimida.

¡Cruel aquel que boicoteó nuestro camino!

Para convertirnos en aves sin destino.

¡Haz de mí tu demonio o tu hechicero!

Que tus caricias se sumen a mis besos.

Mi pluma se desliza creando excesos,

cuando tú haces de mí quien quiero.

Muero por abrir puertas y alimentar el fuego. Deseando probar los racimos que solo yo cosecho.

Para convertir su jugo en mi fiel amigo.

Entre miradas certeras y tantos placeres.

Mi viril figura siempre te estremece.

Abraza mi corazón, ya ves como crece.

Tú imploras por tenerme como quieres.

Soy la suma de la ira contenida y el anhelo.

A veces creemos en el poder que no tenemos. ¿Qué será del viento convertido en hielo?

Si por ser humanos, no sabemos comprendernos.

Yo te quiero ante mis latidos eternos.

Voluptuosa e inconclusa diosa.

Yo te admiro e idolatro al gemir entre mis brazos.
¡Y besaré los pétalos de tu flor más primorosa!

Presentada en el 5to Mundial de Escritura

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