El abuelo Eres luna cuando más te extraño. Vuelas cual ave largas distancias. Húmeda lluvia como las noches de antaño. Frío invisible cuando hay discrepancias. ¿Has visto el magma en leguas de fuego? ¿Quieres viajar por caminos áridos? Inicias el día proponiéndome un juego. Simulas ausencia ante los malentendidos. ¿Quieres probar ser fantasma conmigo? Ardes cual llama rodeándome el cuerpo. Sabes a miel del árbol del higo. Vigilas el nido y gentilmente lo usurpo. Bailemos con gracia, bebamos el vino. Hazme reír dibujando a tu lado. Preparas cordero mechado al tocino. No podré comer si es muy salado. Me veo grandiosa entre las flores tan rosas. De esas que cortas y cuidas tan bien. Se refleja tu rostro en aguas majestuosas. Te veo, te nombro, sostengo tu sien. Quédate callado y sereno Si quieres pasar un rato ameno, No busques atajos, acuéstate d...
Escribir puede transformar los preciosos instantes en historias, donde los sueños cobran vida y le dan forma a un tejido de ideas, circunstancias y motivaciones. Animarse a soltar aquello que hemos guardado o imaginado nos vuelve seres infinitos.